Por: Lcda. Stephanie Rivero castillo
Para los que litigamos día a día, uno de los problemas que existen en los juzgados orales civiles-familiares, es la falta de comunicación continua de existe entre sus juzgadores. Si bien es cierto el código de procedimientos civiles en su artículo 893-Bis dice que el procedimiento estará a cargo de un juez de instrucción y un juez oral, cada uno tiene a su cargo deberes distintos.
Mientras las audiencias que existen, inicial y de juicio, son llevadas ante el juez oral, las promociones por escrito, solicitudes o todo tipo de ocursos, se promueven ante el juez de instrucción, quien es el que acuerda, el recibe la demanda, tomas las medidas provisionales y bueno agenda las audiencias, hasta este punto todo funciona en “mediana” armonía.
En ocasiones, la juez o el juez oral, toman medidas o determinaciones encaminadas al procedimiento, pero que no se pueden aceptar o atender por las partes de manera inmediata por lo que posteriormente se tienen que pedir o impulsar con el juez de instrucción, sin embargo, este al desconocer lo que se realiza en las audiencias, casi siempre te desecha o te dice que no puede acordarlo y que eso debe verse con la juez oral, lo que deja en estado de indefensión al gobernado ya que tiene que esperar a su siguiente audiencia para poder pedirlo al juzgador oral.
Es relevante decir que todas las audiencias son audio y video grabadas, es decir, el juez de instrucción tiene acceso a esas grabaciones, por lo que no debería ser problema para consultar los temas, o más aun, los jueces orales y el juez de instrucción, laboran en el mismo juzgado o edificio, lo que se vuelve confuso por aquello de que uno no sabe lo que hace el otro y bueno, si de por si la justicia es ciega, pues más cegados se vuelven estos trámites.
MEJORAR EL ACCESO A LA JUSTICIA
Como análisis, los encargados de los juzgados deberán trabajar más en el acceso a la justicia de los gobernados, se vienen tiempos donde cada juez y encargado estará sujeto al escrutinio público, donde los electores serán quienes decidan quién debe impartir justicia, en las encuestas nacionales, continúa siendo la constante esa sensación de injusticia, ese mal sabor de boca en lo general de un tiempo muy largo así como de los detalles como estos, donde no hay una certeza directa y que en momentos no se tiene un acceso regular a los juzgadores.
En lo personal, me ha tocado conocer a varios juzgadores quienes, mediante las audiencias, bajo los 7 principios, donde sobre sale la inmediación, deben dirimir las controversias, son amables, propios, parte de lo que les corresponde, humanos también, pero en la estructura administrativa, creo que la carga de trabajo los hace tener esos detalles que, si no se cuidan, se vuelve un problema constante.