- Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
- Cambios de puestos, cambios de adscripción, ajustes administrativos.
Por: M. en D. Katia Guadalupe Rodríguez Barajas
La reforma judicial trae consigo nuevos retos, el principio de publicidad en los nuevos procesos orales va más allá de ser público el juicio, de estar en la banca contemplando los trabajos del juzgador y de las partes en la contienda, pone a discusión la actuación jurisdiccional del juez y de la administración de justicia que, a la fecha, era casi intocable, los cambios se daban por la firmeza de las influencias, por las recomendaciones de los superiores o los encargados de cada área.
El Tribunal Superior de Justicia no está exento de “recomendaciones”, no es nuevo para nadie que la pareja de un juez pueda escalar rápidamente en la pirámide judicial, no es secreto que se pueden truncar las aspiraciones de grandes elementos por los “contactos” que pueda tener un nuevo trabajador o por el hecho de no tener los afectos de quien decide. Las historias tienen nombre, físicos envidiables o familias reconocidas en el ámbito político y judicial.
Sin embargo, a la fecha, en este 2024, vemos cambios administrativos constantes, lo que hace unos años era complicado, la reforma judicial movió el avispero y ha provocado constantes ajustes dentro del TSJ del estado, hace unas semanas, empezaron a otorgar plazas nuevas, algunos secretarios de acuerdos han subido a proyectos y otros han migrado a juzgados más relevantes, sin duda, lo que sucedía en años para aspirar a tan solo un cambio se empieza a realizar.
Si algo tiene el Tribunal Superior de Justicia es que el personal que labora en los juzgados y lo que llaman la base son personas aguerridas, con entereza que cumplen sus tiempos, realizan trabajos continuos y son la imagen a la sociedad, algunos con décadas en las áreas y que los litigantes incluso podemos decir que son parte del inventario de los respectivos juzgados, como el famoso “José” del juzgado civil tradicional.
Ahora, los cambios están en todos los juzgados y en las salas, el personal ha rotado y algunos han subido en el escalafón judicial, sabemos que los ajustes vienen de la mano con los cambios federales y que tendrán que ser acordes a la reforma judicial.
Los jueces y los magistrados, tendrán que dar la cara a la sociedad, tendrán que ventilar sus resoluciones y, sobre todo, estar ante el escrutinio público y es aquí donde la sociedad podrá demandar sus labores, para bien o para mal, la pregunta es si están preparados para eso, ya que tan solo acceder a hablar con un juzgador siempre era imposible.
Por el momento, esperamos que estos cambios puedan darse para beneficio de los que llevan años buscando crecer, que los volteen a ver o que en verdad se haga justicia laboral por su esfuerzo, l interesante es que estas personas también votan, así que veremos si también la reforma judicial cambia el carácter de los jefes para humanizar su trabajo y trato con los demás.