COLUMNA; LA PLUMA DEL LITIGANTE
Por: M. en D. Oscar Xool Morales
- Qué deben hacer o empezar a realizar los juzgadores y aspirantes a los cargos judiciales.
- La imagen, el “cursus honorum” y la popularidad, los nuevos principios que regirán el pragmatismo laboral judicial.
Uno de los principios que rigen los nuevos sistemas orales, es el de publicidad, incluso, sin llegar a las audiencias, podemos conocer los procedimientos judiciales o los de la etapa preliminar de la fiscalía general del estado (FGE) en los medios de comunicación, las víctimas o los imputados para el tema penal, quejándose de la integración de sus carpetas, de igual manera, los tiempos de la judicialización de sus trámites y de los resolutivos de los juzgadores.
La constante siempre es la percepción de la sociedad quintanarroense de una falta de justicia y es que, a decir verdad, en muchas ocasiones existe, el principal problema es cuando llega esa justicia, en cuanto tiempo resuelve un juez de primera instancia un juicio, en cuanto tiempo un magistrado resuelve una apelación o en cuanto tiempo el juzgado de distrito resuelve un amparo, ahí siempre en todas las áreas del poder judicial del estado o de la federación, los procesos son algo fríos, es decir, el impetrante como lo refieren los escritos federales, puede tener una atención o mínimo un acercamiento con sus juzgadores, casi es imposible, si sucede un error procedimental, casi siempre este debe ser señalado y promovido por el interesado, los juzgados no se hacen responsables incluso de sus acuerdos, ahí radica siempre la falta de sensibilidad, pues protegidos por el “Imperium” los juzgadores siempre han estado acostumbrados a no atender a las partes, a resolver como si fuera el carnicero vendiendo la carne de una res día a día.
Con la reforma judicial, la actuación de los juzgadores pasará a ser su carta de presentación, los señalamientos de sus buenas acciones y sus malas sentencias serán objeto de difusión y de señalamiento social, una nueva arma de la sociedad y de grupos de abogados para poder establecer lo que se quiere o no dentro de la impartición de justicia.
Un ejemplo acorde a lo que es impropio, es el hecho de que el tribunal superior de justicia designo como juez de lo civil de primera instancia a un juez oral, Cesar Sandoval, quien ha borrado años de trabajo no tan turbio que realizaran; la secretaria de acuerdos, Adelaida Pat Pareja y la Maestra Mari Cámara, donde si bien lo ortodoxo refería al código, no se veía la sed de ensuciar un procedimiento ya sea por errores administrativos o en su defecto de resolver contrario al sentido común y la lógica jurídica de forma y fondo, cuestión que a la fecha empaña al juzgado civil de primera instancia de Chetumal, por citar alguna área que debe ser revisada.
LO QUE DEBEN EMPEZAR A REALIZAR LOS ASPIRANTES A CARGOS JUDICIALES
Si bien es cierto, la reforma judicial creó al interior del PJE de Quintana Roo cambios en todas las áreas, lo que no sucedía desde hace años, los juzgadores actuales deben empezar a trabajar en su imagen, en su trato y en su forma de ser hacia la sociedad, pero, sobre todo, hacia su personal, ellos son las primeras cartas de presentación con el exterior, después ir creando una personalidad afable que si bien no sea influencia en sus resolutivos, esta forma no tiene nada que ver con estar apegado a derecho, si mantener el equilibrio jurídico-laboral-social.
Después de empezar por su casa, su juzgado, su sala, poco a poco se deben empezar a dar a conocer, claro, los que aspiren a continuar en esos puestos de jueces o magistrados, tendremos que saber quiénes son, que hacen, cuáles son sus acciones y bueno, lo que jamás han hecho, informar de una u otra manera a la sociedad por su trabajo, por la legalidad y sobre todo humanidad.
La imagen, el “cursus honorum” y la popularidad, los nuevos principios que regirán el pragmatismo laboral judicial
Para los juzgadores que no están acostumbrados informar a interactuar con la crítica social, será un gran problema, algunos tienen muchos problemas personales y sobre todo, un poco de cola, al candidatearse todo sale a la luz y será un elemento que el ciudadano promedio, ahora si el gobernado deberá tomar en cuenta en la elección.
La mayoría de los jueves son algo impopulares, uno que otro viene trabajando desde hace algunos años en su imagen, el magistrado “Aguilar Laguardia” tiene un Facebook con buen alcance, manejo de imagen interesante y será alguno que puede tener tablas para lo que sigue, al menos las herramientas las ha ido estableciendo poco a poco, aclaro, revise que es muy orgánica su difusión, algo así deberán tener los aspirantes.
DE LA IMAGEN
La presión social será un elemento indispensable para el desempeño de ahora en adelante, creo que ningún funcionario público aguantará una campaña en medios de comunicación y redes sociales negativa, es más, se empieza a fortalecer el trabajo de las páginas electrónicas, redes sociales y bueno, sin tener que mencionar vemos a un senador y a un presidente municipal, a dos años de la elección ya estando diariamente en redes pagadas, es un ejemplo apresurado, pero será lo nuevo.
Recuero al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que tenía sus redes sociales activas, que pagaba un buen salario a un abogado experto que manejaba sus difusiones, sin duda, es el nuevo umbral a trabajar, la comunicación, la difusión y el desempeño judicial, cuestión que, a la fecha, el Tribunal Superior de Justicia hace de manera rudimentaria y a la antigua, sin embargo, después de la reforma, todo va se va a pasos agigantados.
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